¿Por qué me duelen los dientes?
Llamamos dientes sensibles a aquellos que producen sensaciones dolorosas al consumir alimentos fríos, calientes, dulces, ácidos o al morder cosas duras. El problema de la hipersensibilidad dental no suele aparecer de un día para otro. Si experimentas esos síntomas de un día para otro, solicita una cita en tu dentista de Salburua porque puede tratarse de caries.
Una vez descartadas las caries, en Gazden, tu clínica dental en Vitoria, pasamos a determinar por qué te duelen los dientes sin motivos aparentes y procedemos con el tratamiento. La idea es que puedas comer lo que gustes y, sobre todo, atajar a tiempo problemas que pueden ser importantes, como enfermedades periodontales.
Razones por las que tienes los dientes tan sensibles
Nuestros pacientes con un tratamiento Invisalign en Vitoria saben bien lo mucho que nos fijamos en el estado de las encías, incluso cuando acuden realizar un cambio de alineadores. Las enfermedades periodontales sí pueden aparecer de un día para otro y comprometer varias piezas dentales, incluso sanas.
A veces, una enfermedad en las encías aparece lentamente y la detectamos en las etapas iniciales, cuando el tratamiento es sencillo. En estos casos, el paciente puede venir experimentando cierta sensibilidad dental, por ejemplo, frente a alimentos muy fríos o muy calientes, porque la encía se va retrayendo y deja la raíz de los dientes menos aislados desde el punto de vista térmico.
Tenemos la fama de ser unos dentistas buenos en Vitoria por nuestro celo profesional, que nos lleva a analizarlo todo. En la mayoría de los casos, cuando los dientes duelen sin motivo aparente y no hay una caries, se puede observar cierta descalcificación. Tú no la ves, pero nosotros sí, con la ayuda de nuestro instrumental. Si ya notas la superficie de tus dientes irregular o puedes percibir las descalcificaciones, mal asunto: tu esmalte estará ya tan dañado como para sorprendernos con una caries en cualquier momento.
Al producirse en el esmalte o cemento externo del diente, minigrietas o diminutos agujeros por falta de calcio o de otros minerales. Cuando comes y, sobre todo, cuando tomas bebidas calientes, frías, etcétera, se cuelan por esas pequeñas oquedades hasta los túbulos dentinarios y pueden llegar a dar una señal a la raíz que el cerebro traduce como dolor.
A continuación te dejamos una breve lista con los motivos más habituales con los que comienzan estos casos de sensibilidad dental que tú no logras detectar a simple vista. De no tratarlos a tiempo, pueden llegar a ser algo bastante molesto.
- Dietas muy azucaradas, que agreden el esmalte. Se evitan cambiando de hábitos y extremando las medidas de higiene dental, cepillándose tras cada comida.
- Dietas muy ácidas, con las que sucede lo mismo.
- Cepillado excesivamente fuerte. Puede dañar las encías o, incluso, el esmalte, dependiendo del dentífrico que utilices. Por favor, huye de las pastas de dientes que te prometen un efecto antimanchas mediante una acción abrasiva, incluyendo las que incorporan carbón activado.
Aparte de no usar dentífricos abrasivos, a veces conviene reducir la dureza de las fibras de tu cepillo manual o pasarte al cepillado eléctrico. Los cepillos dentales eléctricos incorporan un dispositivo de retracción en caso de que intentes ejercer demasiada presión sobre tus dientes o encías, por lo que es más sencillo cepillarse correctamente con ellos que hacerlo bien con un cepillo de dientes manual. - Alteraciones hormonales, en especial embarazo y premenopausia.
- Descalcificaciones asociadas a la edad o a ciertos tratamientos farmacológicos. En ambos casos, cuando pasas de los 50 y cuando necesitas alguno de esos fármacos que pueden afectar a la densidad ósea y al buen estado del esmalte, es aconsejable realizar dos revisiones rutinarias (o más, aunque solemos dejarlo en dos) en lugar de la famosa revisión anual.
- En algunos casos, la sensibilidad dental es consecuencia de un bruxismo que se manifiesta solo durante el sueño, cuando rechinas los dientes sin darte cuenta. Necesitas, entonces, unas férulas de descarga y/o controlar tus niveles de estrés, antes de que se vea comprometida la integridad de tus dientes o molares.
Por nuestra experiencia como dentistas en Vitoria sabemos que los dientes sensibles no distinguen por edades. Hay niños que nacen con este problema y adultos que no lo experimentan hasta la senectud. Lo que también sabemos es que, una vez comienza el proceso, o intentamos detenerlo o va a ir a más, llegando a incomodarte en situaciones tan rutinarias como beber un vaso de agua fresca en verano.
Si te duelen lo dientes, lo primero, consulta con tu dentista de confianza o, si te encuentras en Vitoria y lo deseas, pide cita en nuestra consulta. No te autodiagnostiques ni corras a utilizar un dentífrico especial para dientes sensibles, aunque nunca hace daño, porque podrías estar alargando el diagnóstico de un problema periodontal o de una caries oculta.